miércoles, 20 de abril de 2011

CASPAR DAVID FRIEDRICH


    Pintor romántico alemán del siglo XIX cuyos impresionantes paisajes y marinas no son sólo fruto de una observación de la naturaleza, sino que tienen también carácter alegórico. Nació en septiembre de 1774 en Alemania y estudió en la Academia de Copenhague. En 1798 se estableció en Dresde, donde entró a formar parte de un círculo literario y artístico de los ideales del movimiento romántico.
 Sus primeros dibujos (perfilados con precisión a lápiz o sepia) se representan motivos como: playas de rocas, llanuras planas y desnudas, cadenas montañosas infinitas y árboles que se elevan hacia el cielo.
 Más adelante su obra comienza a reflejar cada vez más la respuesta emocional del artista frente a los escenarios naturales.
Comenzó a pintar al óleo en 1807, uno de sus primeros lienzos, La cruz de las montañas
 Representa su estilo de madurez. Esta obra, que rompe totalmente con la pintura religiosa tradicional, es paisaje casi en su totalidad, la figura de Cristo crucificado, vista desde atrás y recortada contra la puesta de sol en la montaña, se halla casi perdida en el escenario natural.
 Según los escritos del propio Friedrich, todos los elementos de la composición tienen carácter simbólico:
-Las montañas son una alegoría de la fe.
-Los rayos del sol del atardecer simbolizan el final del mundo precristiano.
-Los abetos representan la esperanza.
-Los colores fríos, ácidos.
-La iluminación clara y los contornos contrastados potencian los sentimientos de melancolía, aislamiento e impotencia humana frente a la fuerza inquietante de la naturaleza que se expresa en su obra.
Otras obras:
Abadía del Robledal (1809-1810)
Este paisaje se encuentra iluminado por la luz del crepúsculo, la cual le da una profunda espiritualidad. En medio del paisaje aparece la ruina gótica de una abadía. La Naturaleza se encuentra jerarquizada en función de mostrar este aspecto religioso.
La presencia de una arquitectura gótica nos muestra la importancia de este estilo en época ya muy temprana.
 El Mar de Hielo 
Es una obra tensa y dramática que, sin embargo, no refleja ningún tipo explícito de violencia exterior. Se representa el naufragio de un barco aprisionado entre unos inmensos bloques de hielo y parece ser que fue inspirado por un hecho real acontecido en el invierno de 1820 en el río Elba, en las inmediaciones de Dresde.



 El cementerio de Cloister nevado (1817)- Óleo sobre lienzo - 121x170cm - Desaparecido.Copia en el Nacional Gallery. Berlín.




El arbol con cuervos (1822)- Óleo sobre lienzo - 59x74cm - Museo de Louvre. París











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